Es por todos sabido que la esclavitud en la Argentina ha sido abolida hace más de cien años. Sin embargo no todos se han enterado ni se dejan gobernar por la legislación del país. Pese a que muchos sabemos de sus políticas esclavizantes, no encontramos sentido a hacer denuncia alguna. Ellas, por su parte, ni argumentan razones ni se defienden. No sienten ningún compromiso por justificar su accionar. Quienes las conocemos sabemos que responden a órdenes de su patrona. Y que, probablemente, no podrían alimentar a sus hijas y compañeras de no ser por el producto de sus esclavos. Ellos, por supuesto, sólo reciben alimento como paga por su trabajo. Y no se quejan. Tal vez no imaginen otra vida ni sepan de reclamos y recompensas. Así es como funciona el círculo y así es como nos acostumbramos a apañarlo. Hasta hoy.
La que destruyó su ejército de cochinillas fui yo, señoras hormigas. Porque no será mi balcón albergue de sus actividades ilegales ni mis plantas quienes se lo sustenten.
Estirado
Hace 7 minutos
Me atrapaste infragante.
ResponderEliminarHasta llegar al último párrafo -o sea tarde- no fui capaz de advertir el giro.
Buenísimo.
jajajaajaja
ResponderEliminarcon las hormigas, ni perdón ni piedad
slds
Ah que bueno doña Shiru!!!
ResponderEliminarMe encanta lo pulido de tu escritura, además del sentido, la idea siempre bien dirigida.
Saludos!
Ya me iba solita para el lado de la esclavitud humana y el sometimiento de algunos....cuando, no...pobres criaturitas las echaste sin piedad!
ResponderEliminarmuy bueno.
un beso
Muchas gracias, The Bug. Lamento haberte embaucado ;)
ResponderEliminarSaludos.
Hola Bustrofedonia, bienvenida.
ResponderEliminarCon las hormigas tengo piedad cuando dejan en paz a mis plantas. En cuanto se meten con ellas... que empiecen a correr.
Saludos
Neto, muchas gracias por las palabras.
ResponderEliminarSaludos.
nadasepierde, ¿también a vos te engañé? Eso pasa porque hablo de atrás para adelante.
ResponderEliminarFúchale cochinillas. Hormigas: a cucha.
Un beso
Es una idea loca combatir esclavitud matando esclavos, pero no sé por qué me gusta tanto en este caso.
ResponderEliminarjajajajajaaj, Dennis, qué observación tan aguda. Ni se me había ocurrido esto que señalás, pero qué cierto que es, verdad? Si matamos a todos los que están dispuestos a esclavizarse, chau chau esclavitud! jajajajaja
ResponderEliminarUn beso