lunes, 22 de diciembre de 2014

Horacio Ferrer

Con la tristeza del tango pero con la alegría de su poesía, despido al poeta cuyos versos dieron nombre a este blog. Aquí, en este post inicial, están las razones del nombre Con una golondrina en el motor y la mención de la intención de que éste fuera un espacio de optimismo y pasión. Con felicidad, años después, vengo a releer esas palabras que vaticinaron lo que finalmente fue: un espacio que me desató la pasión por la escritura. El optimismo fue llegando a medida que vi que se puede cambiar y elegir nuevas cosas y animarse a mucho más. Desde este blog, tiro sombreros y claveles al aire para decirle adiós a Horacio Ferrer.