sábado, 16 de mayo de 2009

de tan barato que es, terminan debiéndote un toco de plata (*)

Lo que nos trae hoy, más que una cuestión ortográfica, es una cuestión matemática.

En los inicios de nuestra educación algebraica nos enseñan, entre otras cosas, a multiplicar. Y en esos momentos nos dicen que el producto puede reemplazarse por la palabra 'veces' ('por' para los amigos). Así, "2 x 3" puede leerse como "el producto entre 2 y 3" o como "2 veces 3", si bien todos terminamos leyéndolo como "2 por 3".

Si uno continúa yendo al colegio, aparecen las clases donde nos enseñan los números racionales ('fracciones' para los amigos), esos que llevan numerador y denominador, aunque nunca terminemos de recordar cuál es cuál y, cuando tenemos que referirnos a alguno de ellos, tiramos una de las dos palabras al azar, a veces con la pésima suerte de que nuestro interlocutor sí los recuerde y reconozca y nos marque el error. 'Pero qué distraída, me confudí' finge una y sigue hablando sin recordar, una vez más, cuál era cuál. Pues bien, estos magníficos numeritos, que tienen la particularidad de poder representar algunos números que, si quisiéramos escribirlos con todos sus decimales, gastaríamos la vida y montones de lapiceras sin llegar a escribir el valor exacto (si no se convencen, intenten escribir el valor de 1/3), nos sirven, entre tantas cosas, para graficar porciones del completo de algo.

Seguimos avanzando en nuestra educación y nos llega la hora en que nos explican lo de las ecuaciones y sus despejes. Y ahí se nos aparecen relacionados el producto y la fracción.

Hecho todo este repaso, volvamos al punto de partida. Si alguien me dice que A pesa cuatro veces más que B, puedo escribir esto algebraicamente como A = 4 x B. ¿Y si me dicen que A pesa cuatro veces menos que B? Haciendo montones de piruetas para que no se me retobe el lápiz, consigo escribir esta frase como: A = B - 4 x B, o sea que A = -3 x B. Y de esta esta otra forma, que no es equivalente pero que creo que es más acertada a lo que están pensado cuando me lo dicen: A = -4 x B.

Entonces: si comprar en el Mercado Central cuesta 4 veces menos, ¿no deberían darme en plata 3 ó 4 veces (según cuál de las dos interpretaciones del párrafo anterior elijamos) lo que compré en mercadería? Se me ocurre que, quien escribió el título, pensó primero en que cuesta cuatro veces más comprar en una verdulería que en el mercado central, pero prefirió dar vuelta la frase cambiando el más por menos. Y esto no pasa por no acordarse de si el denominador va a abajo y el numerador arriba o al revés, sino porque, o bien no se llegó a aprender esto de las ecuaciones y sus despejes, o bien porque se lo olvidaron por completo.



He conversado largamente de este asunto con un pensador contemporáneo quien me señaló que, además, usar la palabra más, en estos casos, nos lleva a una redundancia. Y a la confusión de que creamos que lo que aumenta es el más y no el veces. De ahí que reemplacemos el más por menos en lugar del veces por partes. Clarísimo. Acertadísimo. Brevísimo. Pero si ponía esto solo, no sólo iba a escribir únicamente algo que dijo otro, sino que iba a ser demasiado sintético. Y la síntesis, como ven, no es muy amiga de este blog.

Afortunadamente, el mismo día de la noticia de arriba, encontré este mismo caso pero en la forma correcta.



Se aceptan críticas matemáticas con su correspondiente demostración por inducción.

(*) no me digan que toco no se usa más...


Safe Creative #0905233707231

2 comentarios:

  1. Un texto muy calculado, ja! La verdad, que muy bueno lo que planteás y es cierto. En una parte decís "si uno continua yendo al colegio" y también podemos analizar la cuestión por ese lado. Tampoco el colegio enseña a expresarse o a detenerse en el uso de los términos. Claro que no todo puede achacarse al ámbito escolar, porque uno también debe preocuparse por leer, consultar, saber escuchar, etc.
    Pero claro, cuando algo así aparece en un medio de difusión masiva y no hay forma de aclararlo, crea confusión. Por algo hay correctores, sin embargo por experiencia se que no siempre detectan todo o bien, pasan por alto por desconocimiento colectivo.
    Saludos doña Shiru!!!!

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  2. Don Neto, admito que este detalle fue más por diversión que por escrache. Lo escuché tantas veces de tanta gente diferente, que entiendo que haya seguido de largo. Estoy de acuerdo en lo que decís del colegio: ni se le puede achacar todo ni se le puede pedir todo. Algo nos toca hacer a nosotros después de todo. Y cuando se llega a la redacción de un diario, independientemente de lo bueno o malo que haya sido el colegio en el que te educaste, cuidar ciertos detalles y chequear la ortografía de lo que estás por publicar es una de las cosas que no se le puede pedir a otro más que a uno mismo. Insisto en que no es por esta frase, que incluso me resulta simpática. Fijate lo que fue la frase del post anterior de esta sección.

    Un abrazo. Un gusto verlo por acá.


    ¿Eso que le chorrea por la manga de la camisa es sangre? :-/

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