domingo, 7 de febrero de 2010

que tú y yo estamos locos

Al parecer, la locura ha mejorado su prensa en el último tiempo. Y no porque haya salido nadie a hablar bien de ella ni de quienes la padecen. Ni porque los hospitales neuropsiquiátricos hayan pasado a ser hoteles de lujo. Simplemente que el loco ha pasado a ser una figura simpática en el imaginario popular. Así, las mañas, las manías, los rayes extremos y los gustos extravagantes no se cuentan como rasgos de personalidad ni con la timidez que habrá conocido algún tiempo atrás, sino con una sonrisa pícara coronada por una frase que, si bien puede cambiar de palabras y tonos, autoproclama locura. "Ya sé, estoy loco", "no digas nada, estoy loco, ya lo sé", "sé que no es normal, pero bueno, estaré loco" son algunas de las frases que vienen trepando en el ranking de enunciación de frases hechas. Lo que no consigo distinguir aún es si la locura que acusan se debe a que se encuentran originales diciéndolo o porque realmente creen que comer el contenido del hueso del pollo es algo tan pero tan absurdo que uno merece ser medicado de por vida o, cuantimenos, ser visto como una persona con problemitas. ¿Andaremos necesitando sentirnos especiales?

Por mi parte, me niego, me rehúso, a creer en la locura justificada por comer la grasa del churrasco, el morrón crudo o tomar leche sola.

Afortunadamente he descubierto que no estoy sola en la cruzada contra los autolocos-lindos. Leyendo "Delirio", un magnífico libro de Laura Restrepo, encontré una frase que me vino como anillo al dedo para lo que quería escribir aquí.

Transcribo: "[...] mientras que yo, un profesor de clase media, dieciséis años menor que ella, era marxista de vieja data y militancia de hueso colorado y por tanto desdeñaba la locura chic en sus versiones tipo ¡Ay, qué locura!, No seamos locos o Hicimos la cosa más loca."

Gracias, Laura. Sintetizaste en dos renglones una idea que abarca mucho y cada vez más.

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7 comentarios:

  1. Creo doña Shiru que siendo consciente uno de la realidad que nos rodea, con gusto querría estar loco. Al menos en la locura, las penas diarias no se sufrirían. Serían otras, pero no las que vemos cotidianamente gracias a las "locuras" de quienes nos gobiernan.

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  2. Me encanta el tema de la exhaltación de la locura. Claro que no me refiero a la locura que lleva a las personas a empastillarse con un psiquiatra; esa también está exhaltada pero aún sigue teniendo una excesiva solemnidad cientificista en las charlas cotidianas. En cambio la locura a la que hace referencia este hermoso artículo es la locura de la respuesta rebelde a un discurso acartonado de la cordura. Lo triste es que, como toda rebeldía que no se ocupa de construir luego sus propios cimientos, termina en banalizar el término locura así como en su momento una sociedad conservadora ocultó sus hipocresías tras la banalización del término cordura. Hoy también se utiliza locura para ocultarse hipócritamente y no responsabilizarse sobre lo que uno hace. O incluso para caretear la onda que tenemos al aceptarnos tan poco cuerdos.
    Y desde el poder corrupto que menciona Netomancia, esto se aprovecha parafraseando un viejo adagio con muchas resonancias orwellianas: "crea locura y reinarás".

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  3. Don Dennis Moore, la frase que nos deja es el pilar de todo gobierno!

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  4. La locura actual es el estado de sumisión en el que estamos muchos ante la verdadera locura.
    Gobiernos corruptos, hambre, guerra...ESA ES LOCURA...
    Estamos escasos de valores, y a veces creo que es una forma de autoprotegerse...
    ¿Cómo podríamos soportar las cosas que pasan si no estuviéramos un poco locos?
    Además..Los gobernantes que "SE CREEN CUERDOS Y TIENEN LA RAZÓN"...Prefiero sentirme LOCA!!!
    Un beso
    Adriana

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  5. Neto, si es por no sufrir, podríamos sumarnos a la locura de quienes nos gobiernan y nos sentiríamos en el Paraíso, aunque pasaríamos a ser parte de su equipo. Sumarnos a otra locura, en cambio, no creo que nos quite la pena de ver lo que nos toca ver. Mejor quedémonos del lado de la cordura y con los ojos bien abiertos.

    Saludos,
    Shirubana.

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  6. Muy de acuerdo con usté, Dennis. Muy bueno lo de la cordura acartonada. Respecto a no responsabilizarse sobre lo que se hace amparándose en la locura o el cuelgue (un caso particular de locura que permite a quien la padece desentenderse de sus compromisos) es algo que realmente me fastidia.

    Parece que hay muchas formas de reinar. Si no es dividiendo es creando locura. ¿Cuántas otras técnicas habrá que no impliquen ganarse con buena fe a la gente?

    Saludos,
    Shirubana.

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  7. Hola Adriana. Bien señalada la locura. Estaba viendo la definición de locura y demencia y, justamente, esos casos sí responden a los términos. Sin embargo prefiero (y propongo que), en lugar de sumarnos a la locura de quienes destrozan civilizaciones y planeta, nos quedemos tratando de mejorar, desde nuestra cordura, todo lo que esté al alcance de nuestras manos. El mundo mejor, para mí, va a venir de la mano de las mejoras individuales.

    Saludos,
    Shirubana.

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