hay tantas pero tantas de esas a diario que uno termina por aceptarlas como cosas cotidianas, por mas que sean errores garrafales, como que todo da igual. Creo que subestiman al lector. Beso
Nos subestiman, pero también es verdad que nos transforman al mismo tiempo. No quiero que todo me dé igual. Me gusta el concepto de la corrección, en los ámbitos lógicos y formales. No será algo que sirva en otros campos como el sentimental o el de la fe, pero eso no quiere decir que sea un concepto para tirar a la basura.
Sí, Don Neto. Duermo con un solo ojo. El otro escanea diarios a troche y moche. El propio ojo me recomendó no abandonar la lectura de Clarín para no perder una buena cantidad de material. Beso
Ana, como verás, me resisto a aceptarlas. Y me alegra (y divierte también) cuando encuentro estos comentarios, viendo que otros más resisten el combate. Un beso.
Dennis, no estoy muy de acuerdo con que nos subestimen. Creo que, como dice Ana, ni siquiera les interesa, aunque no significa que no sepan lo que hacen. Me he encontrado un par de veces en discusiones donde escuché decir algo así como que reclamar ajustarse a las reglas ortográficas es casi un acto de represión (¡!). Tal vez en la redacción de este diario opinen igual. Sí estoy de acuerdo con que nos transforman. Conmigo lograron que me tomara la molestia de escracharlos. Festejo su gusto por la corrección. Besos
El ojo que no duerme, bajo el comando de doña Shiru (como un Gran Hermano, pero ortográfico).
ResponderEliminarhay tantas pero tantas de esas a diario que uno termina por aceptarlas como cosas cotidianas, por mas que sean errores garrafales, como que todo da igual.
ResponderEliminarCreo que subestiman al lector.
Beso
Nos subestiman, pero también es verdad que nos transforman al mismo tiempo. No quiero que todo me dé igual. Me gusta el concepto de la corrección, en los ámbitos lógicos y formales. No será algo que sirva en otros campos como el sentimental o el de la fe, pero eso no quiere decir que sea un concepto para tirar a la basura.
ResponderEliminarSí, Don Neto. Duermo con un solo ojo. El otro escanea diarios a troche y moche. El propio ojo me recomendó no abandonar la lectura de Clarín para no perder una buena cantidad de material.
ResponderEliminarBeso
Ana, como verás, me resisto a aceptarlas. Y me alegra (y divierte también) cuando encuentro estos comentarios, viendo que otros más resisten el combate.
ResponderEliminarUn beso.
Dennis, no estoy muy de acuerdo con que nos subestimen. Creo que, como dice Ana, ni siquiera les interesa, aunque no significa que no sepan lo que hacen. Me he encontrado un par de veces en discusiones donde escuché decir algo así como que reclamar ajustarse a las reglas ortográficas es casi un acto de represión (¡!). Tal vez en la redacción de este diario opinen igual.
ResponderEliminarSí estoy de acuerdo con que nos transforman. Conmigo lograron que me tomara la molestia de escracharlos.
Festejo su gusto por la corrección.
Besos
Si voy a la biblioteca a leer el diccionario argentino de Clarín, salgo eduzado?
ResponderEliminarTodo parece indicar que sí, señor/a anónimo/a.
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